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Antes y Después

Formalización y tecnificación

Los métodos de exploración artesanal representaban un gran riesgo a la vida e integridad de los mineros. De la misma manera, limitaba el proceso de extracción de material estéril y de maquinaria pesada, procesos de gran importancia para las avanzadas en los frentes de producción.

La Rampa JD es una perforación de más de 1 kilómetro de profundidad que interconecta los túneles en todos los niveles, haciendo de las exploraciones subterráneas lugares más seguros para nuestros trabajadores.

Antes de nuestra llegada, la inversión a la minería y los proyectos sociales era inexistente. Esta ausencia de capital limitaba la implementación de nuevas tecnologías que, además de garantizar un ambiente más seguro para los trabajadores, representaba un aumento significativo en la producción.

Hemos invertido más de USD $150 millones en la tecnificación de la mina, adquiriendo maquinaria de última generación que nos facilita la perforación hacia los frentes de producción y hace de esta minería una exploración ambientalmente responsable

La informalidad del sector representaba un riesgo inminente para la salud e integridad de los trabajadores, al igual que para el medio ambiente de la región.

Adaptamos medidas estrictas de seguridad industrial basados en el cumplimiento de los estándares internacionales del sector minero.

El abandono estatal en que se ejecutaba la minería de esmeraldas en el país, permitía que las prácticas de informalidad emplearan mecanismos controversiales de extracción de las piedras, al igual que del control sobre las minas.

La formalización y tecnificación de la minería ha permitido cumplir con las más exigentes normativas de seguridad industrial que garantizan el bienestar físico, la salud y la reducción de las tasas de accidentalidad. Hemos sido los líderes de la modernización en las exploraciones subterráneas de la minería de esmeraldas del país.

Legalidad y transparencia

Durante décadas, la minería de esmeraldas fue víctima de iniciativas de ilegalidad que restringieron el progreso económico y social de la zona. Estas prácticas llevaron a que los principales municipios productores de esmeraldas vivieran entre la pobreza, la desigualdad y la violencia.

La legalidad y transparencia ha sido eje central desde el inicio de nuestras operaciones. Hoy somos el principal empleador del occidente de Boyacá, pagamos cifras récord de regalías sobre la producción y somos un modelo a seguir dentro de la industria extractiva colombiana.

La ausencia de controles estatales sobre las minas y sus producciones representó un déficit en el recaudo de impuestos y regalías destinados al beneficio de las comunidades.

Todo el material extraído en nuestra mina es custodiado bajo rigurosos procedimientos de seguridad que garantizan que todas las piedras sean reportadas a la Agencia Nacional de Minería (ANM)

Los años de predominio informal en las minas de esmeraldas concentró la riqueza de la zona sobre determinados agentes. Esto promovió el desempleo, la desigualdad, la violencia y la pobreza en general en todos los municipios de producción esmeraldífera.

Asegurando que el material extraído sea reportado a las autoridades mineras del país, garantizamos el pago de las regalías sobre nuestra producción, lo que se traduce en mayores beneficios para la región y sus habitantes

Responsabilidad Ambiental

Los efectos ambientales provocados por la minería artesanal parecían irreversibles, las excavaciones a cielo abierto y la contaminación de los cuerpos de agua alcanzaron niveles deplorables.

Ahora, no solo hemos logrado modernizar y tecnificar operaciones de extracción de esmeraldas, también hemos logrado recuperar la capa vegetal de la zona selvática tropical del occidente boyacense salvaguardando, a su vez, las especies animales que allí viven. Hoy, la minería de esmeraldas de Muzo es una minería realmente verde.

La falta de inversión a la industria extractiva en la región limitaba el acceso a prácticas modernas y efectivas de extracción, al igual que a proyectos sostenibles de protección ambiental que aseguraran un impacto mínimo en las excavaciones y la disposición de los desechos.

La disposición adecuada de los desechos nos ha permitido reducir el impacto ambiental que, por ser una minería poco intrusiva, maneja niveles de afectación ecosistémica muy baja. Hemos establecido normas y políticas de protección ambiental en todas nuestras operaciones.

Los cuerpos de agua cercanos a las exploraciones mineras fueron significativamente afectados con el desarrollo de la minería artesanal. Las cargas de tierra de material estéril eran lavadas en las quebradas y vertientes de los ríos, lo que aumentaba los niveles de contaminación.

En la actualidad, contamos con plantas de tratamiento de aguas y el panorama de las fuentes hídricas presenta mejoras notables que, a su vez, ha permitido el restablecimiento del ecosistema con toda su flora y su fauna.

La minería artesanal se desarrollaba a cielo abierto y era una práctica habitual la implementación de Bulldozers que arrasaban con la capa vegetal para la exposición de las piedras.

Hoy, hemos reconstruido la vegetación de la zona y hemos devuelto las características de la zona selvática tropical a los municipios mineros del occidente de Boyacá.